San Julián y su Virgen de la Hiniesta

La parroquia de San Julián es una de las más antiguas de Sevilla, ya que fue creada cuando se realizó la primera organización eclesiástica de la ciudad, una vez reconquistada ésta en 1248 por Fernando III el Santo.

Portada de la Parroquia de San Julián.

Portada de la Parroquia de San Julián.

Cuenta la leyenda que el apóstol Santiago, durante su predicación en España, fundó la Iglesia de Sevilla, nombrando como primer obispo a su discípulo Pío. San Pío sería quien construyese la primera iglesia sevillana, con el título de Santa Jerusalén, en el solar que actualmente ocupa el Convento de los Capuchinos. San Pío puso en la iglesia una imagen de la Virgen, que recibió el nombre de Virgen de la Concepción.

Con motivo del saqueo de Sevilla por los vándalos, la Virgen fue escondida para evitar su profanación en una casa en el interior de las murallas de la ciudad, situada en el solar donde después se alzaría la parroquia de San Julián. Tras la invasión vándala, se construyó en el lugar de la casa un templo, que recuperó el título de Santa Jerusalén, dedicado de nuevo a la Virgen de la Concepción, que lo presidió desde su altar mayor. Allí permanecería hasta que la invasión musulmana en el año 711 obligó a ocultarla nuevamente, esta vez en los montes de Cataluña.

Pasado el tiempo, a finales del siglo XIV, un caballero catalán llamado Mosén Per de Tous se encontraba cazando en los montes de su tierra cuando su azor quedó paralizado ante las retamas en las que se habían refugiado las perdices que perseguía. Extrañado por el comportamiento del animal, el caballero se apeó de su caballo, miró dentro del matorral y descubrió una imagen de la Virgen con el Niño en brazos con una inscripción a sus pies que, en latín, decía: «Soy de Sevilla, de una capilla junto a la puerta que encamina a Córdoba». Per de Tous condujo la imagen a Sevilla y la depositó en la iglesia parroquial de San Julián, por ser el templo en aquel entonces más próximo a la puerta abierta en las murallas de la ciudad que conducía a Córdoba. El hecho de haberse encontrado la imagen de la Virgen oculta en unas retamas o hiniestas motivó que se titulase Santa María de la Hiniesta.

Ésta es, sin duda, una de las leyendas más emblemáticas del barrio de San Julián, pero no es la única. Si quieres conocer más, no puedes perderte este viernes nuestra ruta “San Julián, la historia al descubierto”. Recuerda: Viernes 13 de noviembre a las 20:30 h. Información y reservas en www.alminar.netInfo@alminar.net y en el 954374172.

Lola Cordoncillo

Autor de esta entrada: Lola Cordoncillo . Historiadora, guía e intérprete de patrimonio.

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